¿Cómo frenar el proceso de envejecimiento a través de la dieta?
Share
Con el paso de los años, el estrés, la contaminación… nuestra piel está expuesta a muchos factores que precipitan el envejecimiento . Si no se adoptan los gestos adecuados, las manchas , las arrugas y las líneas de expresión se asientan en nuestro rostro a partir de los treinta. De hecho, aunque el envejecimiento de la piel es un proceso natural, muchos factores están en el origen de su aceleración y precocidad. Entre estos elementos: una dieta desequilibrada. ¿Te preocupa ver aparecer los primeros signos de envejecimiento en tu piel? No entres en pánico, te damos en este artículo algunos consejos que te permitirán frenar el envejecimiento de la piel gracias a una alimentación equilibrada.
¿Qué causa el envejecimiento de la piel?
Para comprender mejor el proceso de envejecimiento de la piel, es necesario interesarse por su funcionamiento. Este proceso es causado por dos factores diferentes:
Herencia genética : responsable del 20% del envejecimiento de la piel según un estudio de Clinical Cosmetic and Research Dermatology.
Factores ambientales : que implican el 80% del envejecimiento de la piel. Estas son todas las influencias internas y externas a las que está sometido el cuerpo: estrés, contaminación, sueño y… ¡comida! Estos elementos impiden la regeneración de las células de la piel.
De hecho, “somos lo que comemos”. Lejos de ser un cliché, este adagio confirma que la piel es, en parte, un reflejo de nuestra alimentación. ¡Por lo tanto, es esencial mirar de cerca el contenido y el equilibrio de nuestro plato para frenar el envejecimiento de nuestra piel!
¿Qué alimentos se deben favorecer para retrasar el envejecimiento de la piel?
Lo que comemos tiene un impacto rotundo en nuestro cuerpo, tanto en nuestra piel, nuestro cerebro, nuestros huesos y nuestro rendimiento intelectual. Por lo tanto, es recomendable prevenir rápidamente el envejecimiento de la piel y los problemas de salud mediante la adopción de una dieta rica, equilibrada y adecuada.
Alimentos antioxidantes, agentes que luchan contra los radicales libres
El envejecimiento de la piel se debe en parte a la destrucción de las células de nuestro cuerpo por los radicales libres. Pero Késako, ¿me dirás? Todo sucede a nivel de las células internas. Para regenerarse y crear energía, nuestras células, y por lo tanto las células de la piel, utilizan los alimentos que comemos y el oxígeno presente en nuestro cuerpo. Como resultado de este proceso, estos últimos producen productos de desecho llamados radicales libres. Visualice los radicales libres como células microscópicas que se combinan con oxígeno para atacar moléculas y células a su paso. Entre estos se encuentran: moléculas de ADN, membranas celulares y células productoras de colágeno y elastina). En pequeñas cantidades, los radicales libres no son problemáticos porque combaten en parte las bacterias y los intrusos dañinos. Por otro lado, cuando se multiplican y atacan masivamente a las moléculas de nuestro cuerpo, se vuelven dañinos y crean lo que se llama estrés oxidativo.
Por lo tanto, el consumo insuficiente o excesivo de antioxidantes promueve el estrés oxidativo. Esta producción, que ataca las principales estructuras y funciones del organismo, provoca un envejecimiento prematuro. Para contrarrestar este fenómeno es necesario consumir alimentos antioxidantes que luchen contra el exceso de radicales libres. Los nutrientes antioxidantes más conocidos son la vitamina A, C y E, pero también el ácido fólico, el betacaroteno, el cobre, el zinc… Están presentes de diversas formas en nuestra dieta.
Entre los alimentos antioxidantes, distinguimos los que contienen vitaminas (A, B, C, D, E, K) y los compuestos por oligoelementos.
En la familia de alimentos antioxidantes, ¡llamo vitamina!
Entre las vitaminas se encuentran:
Vitamina A : además de frenar el envejecimiento de la piel mejorando su elasticidad, la vitamina A reduce el riesgo de cataratas y degeneración macular. Entre los alimentos ricos en vitamina A encontramos: la calabaza, el nabo, la lechuga, las espinacas, la zanahoria, las vísceras de pavo... También, el Betacaroteno, precursor de la vitamina A: la mayoría de las verduras de color naranja lo contienen . Estos incluyen: zanahoria, boniato, calabaza, mango, albaricoque, mango, melón...
Vitamina C : ayuda a luchar contra la oxidación y fortalece el sistema inmunológico. Se encuentra en muchas frutas y verduras. Entre los alimentos que lo contienen se encuentran: clementinas, kiwis, naranjas, grosellas negras, kale, limones, brócoli, pimientos.
Vitamina E : además de sus propiedades antiinflamatorias , la vitamina E fortalece el sistema inmunológico y ayuda al cuerpo a protegerse contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Se encuentra en semillas oleaginosas: almendras, nueces y avellanas, albaricoques secos, curry, espinacas y semillas de girasol.
Vitamina B5 y B8: mantienen la hidratación de la piel. Los alimentos que lo contienen son las yemas de huevo, la carne, los champiñones y las legumbres.
Vitamina D y K: encargadas de disolver la grasa y mantener la piel en buen estado, la vitamina K se encuentra en los orgánulos celulares de los condimentos y plantas como el cebollino, las fresas, etc. La vitamina D se encuentra en las anchoas, sardinas, margarina, yogures y leche.
Oligoelementos para el buen funcionamiento del organismo
Se trata de minerales esenciales para el buen funcionamiento del organismo que luchan contra el estrés oxidativo. Por tanto, privilegiaremos el ajo, las legumbres, la col, el pescado y los huevos, que son ricos en oligoelementos.
Ácidos grasos esenciales, las “grasas buenas” con efectos antienvejecimiento
Esenciales, porque no son producidos por el cuerpo, los omega-3 y 6 se consideran “grasas buenas”. Ayudan a mantener la hidratación de la piel y fortalecen las membranas celulares de la piel para evitar que la piel se marchite. Los ácidos grasos esenciales favorecen el funcionamiento del cerebro y las neuronas. Los omega-3 se encuentran en los pescados grasos (salmón, atún, sardinas, arenque) y en los aceites vegetales (lino, nueces, colza, avellana). En cuanto a los omega-6, están presentes en el aceite de maní, aceite de semilla de uva.
Omega-3 y 6 tienen efectos opuestos en el cuerpo. Sus aportes para que sean beneficiosos deben ser equilibrados.
Los elementos alcalinizantes para reequilibrar nuestro organismo
La pérdida de elasticidad de la piel, la aparición de líneas finas y arrugas también se deben a un equilibrio ácido/base deficiente. Para entender: todos los alimentos generan sustancias básicas y sustancias ácidas en una escala más o menos grande. Los que producen más elementos ácidos se denominan acidificantes (carne, charcutería, queso, cereales) y los que generan el efecto contrario se denominan alcalinizantes (frutas y verduras).
En nuestra dieta, los elementos acidificantes están sobrerrepresentados mientras que los demás están subrepresentados. El exceso de acidez cansa al organismo, por lo que es necesario reequilibrar nuestro plato favoreciendo las frutas y verduras y los pescados y carnes blancas.
Para contrarrestar la inflamación silenciosa que consume nuestro cuerpo y acelera el proceso de envejecimiento de la piel, los alimentos antioxidantes son una excelente solución. Por último, para una piel bonita, la hidratación sigue siendo tu mejor aliada. Se aconseja beber de 1,5 a 2L de agua al día.
Como habrás entendido, para contrarrestar el envejecimiento prematuro de la piel y mantener la piel joven y tersa, es necesario llevar una dieta equilibrada que satisfaga las necesidades nutricionales de nuestro organismo. Esta dieta debe adaptarse a las necesidades fisiológicas de la persona, que varían según sus características (edad, sexo, predisposiciones genéticas, etc.). Para una mejor eficacia, es fundamental conocer tus necesidades nutricionales y adaptar tu plato a estos diferentes elementos. Finalmente, para que los efectos estén ahí, es fundamental combinar una dieta equilibrada con un estilo de vida saludable. ¡Adiós alcohol, cigarrillos, grasas malas!